La mayoría de las personas coincide en que las tecnologías emergentes como los vehículos eléctricos (VE) y dispositivos de micromovilidad eléctricos (más comúnmente conocidos como bicicletas y monopatines eléctricos) están transformando los medios de transporte actuales.
La creciente utilización de estos vehículos y dispositivos impulsados por baterías de iones de litio demanda una infraestructura de seguridad adecuada para respaldar su presencia y expansión. Del lado del servicio de bomberos, esto incluye garantizar que los socorristas reciban la capacitación necesaria para abordar de manera segura y efectiva los incidentes asociados. Del lado de los consumidores, significa educarlos sobre cómo cargar y almacenar correctamente los vehículos, bicicletas y monopatines eléctricos.
El objetivo general ha sido garantizar que, a medida que se amplía el uso de vehículos y otros dispositivos eléctricos con baterías de iones de litio como bicicletas y monopatines, se aborden las posibles amenazas de seguridad según corresponda y de manera oportuna.
En la actualidad, sigue existiendo una brecha considerable entre esta infraestructura ideal y los niveles existentes de preparación y planificación. Ampliar la educación pública sobre los propios sistemas de vehículos eléctricos, proporcionar más orientación sobre las prácticas de seguridad para la instalación de los medios de carga, fortalecer el cumplimiento de los códigos y capacitar a más equipos de socorristas son solo algunas de las diferentes maneras de cerrar esa brecha.
Si todos los que tenemos un interés personal en estas cuestiones hacemos nuestra parte, seremos mucho más eficaces para mitigar este tipo de incendios en los próximos años. De lo contrario, con mayor frecuencia seguiremos viendo más tragedias evitables, especialmente a medida que el uso de los vehículos eléctricos continúa expandiéndose. Depende de todos nosotros decidir qué camino queremos tomar.
Actualmente se está trabajando en normativas aplicadas en éste tipo de riesgo.