El hogar, el lugar donde la gente se siente más segura de los incendios – es en realidad donde mayor riesgo tienen, con tres cuartos (74 por ciento) de todas las muertes por incendio en los EE. UU. ocurriendo en hogares. Cuando ocurre un incendio, es más probable que sea grave; la gente tiene mayor probabilidad de morir en un incendio residencial hoy de lo que eran en 1980.
Un factor contribuyente es que las viviendas modernas se queman más rápido y más caliente que antes, reduciendo la cantidad de tiempo que tiene para escapar de forma segura. En un incendio residencial típico, la gente puede tener tan poco como dos minutes (o hasta menos) para salir a partir del momento en el que suena la alarma de humo.
El fuego no espera. Planifica tu escape. Puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en un incendio. Elaborar un plan de escape con todos los integrantes de la vivienda y practicarlo regularmente asegura que todos sepan que hacer cuando suena la alarma de humo y usen el tiempo inteligentemente.
A continuación, compartimos algunos mensajes clave:
- Asegúrate que tu plan de escape del hogar cumpla las necesidades de todos los integrantes de la familia, incluyendo quienes tienen discapacidades sensoriales o físicas.
- Las alarmas de humo deberían instalarse adentro de todas las habitaciones de dormir, fuera de cada área separada de dormir y en todos los niveles de la casa. Las alarmas de humo deberían estar interconectadas para que cuando una suene, suenen todas.
- Conoce por lo menos dos formas de salir de cada cuarto, si es posible. Asegúrate que las puertas y ventanas se abran fácilmente.
- Ten un punto de encuentro afuera a una distancia segura de tu vivienda donde todos se reunirán.
- Practica tu simulacro de incendio en el hogar por los menos dos veces al año con todos en la vivienda, incluyendo huéspedes. Practica al menos una vez durante el día y a la noche.